VamoSaCriticArte

Considerando las numerosas posibilidades con las que podemos contar al escribir una crítica y centrándonos en el ámbito del arte, este blog ha nacido para dar cabida a todo tipo de espectadores.

Desde puntos de vista diferentes y en ocasiones incluso enfrentados pretendemos no sólo despertar el interés sino conseguir que, quien lo lea, albergue un amplio abanico donde poder encontrarse sin sentir que es una misma ideología la que caracteriza todo comentario.

Dejamos, por último, una observación de Octavio Paz sobre la crítica del arte "Nada podemos decir sobre un cuadro, salvo acercarlo al espectador y guiarlo para que repita la prueba".

Pasemos a la acción.

martes, 4 de mayo de 2010

A propósito de Wilde

"El artista es creador de belleza.
Revelar el arte y ocultar al artista es la meta del arte.
El crítico es quien puede traducir de manera distinta o con nuevos materiales su impresión de la belleza. La forma más elevada de la crítica, y también la más rastrera, es una modalidad de autobiografía.
Quienes descubren significados ruines en cosas hermosas están corrompidos sin ser elegantes, lo que es un defecto. Quienes encuentran significados bellos en cosas hermosas son espíritus cultivados. Para ellos hay esperanza. Son los elegidos, y en su caso las cosas hermosas sólo significan belleza.

La vida moral del hombre forma parte de los temas del artista, pero la moralidad del arte consiste en hacer un uso perfecto de un medio imperfecto. Ningún artista desea probar nada. Incluso las cosas que son verdad se pueden probar. El artista no tiene preferencias morales. Una preferencia moral en un artista es un imperdonable amaneramiento de estilo. Ningún artista es morboso. El artista está capacitado para expresarlo todo.
Pensamiento y lenguaje son, para el artista, los instrumentos de su arte.
El vicio y la virtud son los materiales del artista. Desde el punto de vista de la forma, el modelo de todas las artes es el arte del músico. Desde el punto de vista del sentimiento, el modelo es el talento del actor.
Todo arte es a la vez superficie y símbolo.
Quienes profundizan, sin contentarse con la superficie, se exponen a las consecuencias. Quienes penetran en el símbolo se exponen a las consecuencias. Lo que en realidad refleja el arte es al espectador y no la vida. La diversidad de opiniones sobre una obra de arte muestra que esa obra es nueva, compleja y que está viva. Cuando los críticos disienten, el artista está de acuerdo consigo mismo. A un hombre le podemos perdonar que haga algo útil siempre que no lo admire. La única excusa para hacer una cosa inútil es admirarla infinitamente.

Todo arte es completamente inútil."

OSCAR WILDE

¿Verdades absolutas? ¿Un excesivo grado de ironía? ¿Una mente alienada dentro de su propia verdad?
En literatura desde luego fue todo hito, y lo seguirá siendo pero ¿tenía tanta idea de arte como él pensaba? “La popularidad es la corona de laurel que el mundo teje para el arte malo, todo lo popular es falso” afirmó en una conferencia a estudiantes de Bellas Artes en 1883. Situemos primero el contexto que lleva a Oscar Wilde a opinar de esta manera. La búsqueda de la belleza, la ruptura con la tradición y el rechazo a valores e ideales que consideraban obsoletos.

Ahora vayamos a nuestra época, al s. XXI, ¿estaría el pensamiento de Wilde al orden del día en esta sociedad? ¿Estamos creando un arte útil, que sirva de algo?
El problema de la belleza ha estado y está presente en todos nosotros, los artistas lo han abordado desde puntos de vista dispares generando cantidad de debates. Sabemos que el arte no tiene por qué responder a unos parámetros prefijados de belleza, que el ser bello ha dejado de ser un elemento sustancial. La cultura pop ha sido capaz de demostrarnos que se puede estar en todos los sitios, de encontrar en interés en materiales de desecho y en el consumismo. Desde el momento en que dejamos de ver una obra con los ojos de quien exclusivamente reclama placer, entonces la entendemos, buscamos más allá del gusto o de lo visual.
Superamos nuestros prejuicios con respecto a lo que debe o no ser arte, sabemos que todo es susceptible de serlo. Lo que quizás desconozcamos todavía son las claves para determinar lo bueno o lo malo, mejor, dicho, para identificar el arte frente a lo que únicamente se queda en la intención. Unos dicen que sí, otros dicen que no, se formulan (nos formulamos) cuestiones y acabamos entrando en contacto con aquellos que piensan de igual manera, opiniones enfrentadas, grupos de críticos, grupos de artistas… todo un caos podríamos decir. Sin embargo, resulta divertido.

Útil: aquello que produce provecho, comodidad, fruto o interés. Inútil: no útil.
¿Arte inútil? Llamémosle X. Como siempre, podríamos volver a entrar en discusión, una pieza interesante es útil en la medida en la que despierta en el espectador cierta seducción y espíritu crítico. Una mala creación puede ser incluso más provechosa que la anterior. Si por el contrario entendiéramos inútil como aquello de lo que no podemos extraer una finalidad práctica (más que su contemplación y disfrute) estaríamos rechazando la mayor parte de las grandes obras, y caeríamos entonces en una contradicción. Si yo digo, por ejemplo, Francisco de Quevedo, puedo recordar el sentimiento que me produce leerlo, las lecciones morales que puede aportarme o el completo desacuerdo, pero mi vida sigue (o eso creo). Pues no, en eso que podemos llamar inútil está precisamente el secreto, el quid de la cuestión, el juego.

Podemos estimar el mérito en función de la época que nos toque vivir y la concepción y valores de cada individuo, formular teorías que perderán su vigencia en el momento en que varíe un pensamiento común, generar controversia… Definir y conocer los parámetros que establecen la calidad de una obra es tarea difícil, pero todo se aprende, nadie hoy en día podría negarle a Goya sus capacidades, ni a Damien Hirst sus facultades, pero ¿quién podría censurar una teoría que, basándose en argumentos más abstractos y menos teóricos, tachase a estos u otros artistas de oportunistas? Muchos de vosotros estaréis deseando responder, os invito a mover ficha.

“A un hombre le podemos perdonar que haga algo útil siempre que no lo admire”. Para quienes esta frase les aporte algo útil, que dejen de leer. Yo estoy de acuerdo.

-sara-

lunes, 3 de mayo de 2010

NO SÓLO POR AMOR AL ARTE




Con la salida al mercado del nuevo disco de Los Planetas,"Una ópera egipcia", el pasado 13 de abril, se echa un poco en falta la calidad en la parte artística a la que nos tenían acostumbrados los de Granada, y que a modo de tarjeta de presentación, hacía que sus entregas, primero, entraran por los ojos. Por supuesto, me estoy refiriendo al diseño de sus carátulas.
El culpable de este estropicio, ya retirado de estas empresas, es Javier Aramburu (diseñador, ilustrador, músico…). Un personaje enigmático dentro del mundillo de la música que guarda con recelo su intimidad y se cuida mucho de aparecer en público o de conceder entrevistas. Sin embargo, a pesar de ser desconocido todo lo referente a su personalidad, imagen o deambular existencial, es uno de los diseñadores más cotizados en España. Suyos son los trabajos para un gran número de grupos que van desde Alaska y los Pegamoides o Carlos Berlanga a Josele Santiago, pasando por Juan Perro o Kiko Veneno, hasta La Buena Vida, Le Mans o sus paradigmáticos Planetas. Considerado el creador oficial de imágenes en la historia del indie español, como lo es Peter Saville, entre otros, para la Factory Records o la escena independiente británica.
Los trabajos de Aramburu se caracterizan por una correcta y variada utilización de estilos, géneros o técnicas dependiendo del encargo. Cuenta la leyenda que su manera de proceder funciona de la siguiente manera: recibe la grabación, la escucha, y a partir de ahí confecciona lo que cree oportuno. Sin consejos ni caminos a seguir propuestos de antemano por los interesados. Sus obras van de la fotografía a la ilustración, del dibujo expresivo a la rotoscopia o comic, del apropiacionismo a los poemas objeto… todo, la mayoría de las veces en clave de arte pop, a modo vintage, simplemente minimalista, etc. Resultados concebidos para ser reproducidos y comercializados en serie y por encargo, bien sea como libretos de CD’s o vinilos, en carteles de festivales o publicitarios, en ilustraciones para libros…; mezclando siempre humor y exageración, idealización y naturalidad, iconos y contextos con psicodelia … . Todo ello visto desde una perspectiva alternativa y con la impronta genuina y característica del artista.
Anteriormente, artistas ya consagrados tuvieron la difícil tarea de crear o diseñar el logo o la imagen de grupos y de sus trabajos. El ejemplo más conocido sea posiblemente el diseño de la lengua a cargo de Andy Warhol para los Rolling Stones. También ideó para los mismos la portada de su disco de 1971 Sticky Fingers o The Velvet Underground and Nico de 1967 para la homónima. Aunque paradójicamente, las situaciones son contrarias a la hora de desarrollar y, sobre todo, de entender la práctica artística. Por un lado, Warhol hace lo imposible por estar siempre en el centro de atención (de hecho en el disco de The Velvet Underground and Nico sale su firma en la parte inferior derecha pero ni siquiera aparece el nombre del grupo, aunque bien es cierto que él era, supuestamente, productor), tomando parte en todo tipo de eventos (él o sus dobles), o gritando a los cuatro vientos sus facultades como Rey Midas; mientras que Aramburu prefiere el anonimato, trabaja a cambio de unas ganancias por obra que entran dentro de lo razonable (no son cantidades astronómicas), y no antepone la luz artificial de un flash a estar realmente bronceado. El Surf nos ha privado de sus siempre estimulantes, y sobre todo, admirados y disfrutables trabajos. ¡Qué variada y necesaria es la vida en el mundo del Arte!.