VamoSaCriticArte

Considerando las numerosas posibilidades con las que podemos contar al escribir una crítica y centrándonos en el ámbito del arte, este blog ha nacido para dar cabida a todo tipo de espectadores.

Desde puntos de vista diferentes y en ocasiones incluso enfrentados pretendemos no sólo despertar el interés sino conseguir que, quien lo lea, albergue un amplio abanico donde poder encontrarse sin sentir que es una misma ideología la que caracteriza todo comentario.

Dejamos, por último, una observación de Octavio Paz sobre la crítica del arte "Nada podemos decir sobre un cuadro, salvo acercarlo al espectador y guiarlo para que repita la prueba".

Pasemos a la acción.

sábado, 13 de marzo de 2010

CriticArte

Considerando las numerosas posibilidades con las que podemos contar al escribir una crítica y centrándonos en el ámbito del arte, este blog ha nacido para dar cabida a todo tipo de espectadores.

Desde puntos de vista diferentes y en ocasiones incluso enfrentados pretendemos no sólo despertar el interés sino conseguir que, quien lo lea, albergue un amplio abanico donde poder encontrarse sin sentir que es una misma ideología la que caracteriza todo comentario.

Dejamos, por último, una observación de Octavio Paz sobre la crítica del arte "Nada podemos decir sobre un cuadro, salvo acercarlo al espectador y guiarlo para que repita la prueba".

Pasemos a la acción.

-SaRa-


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Escalera hacia el cielo.

Me gustaría hablar de la principal polémica de La Feria Internacional de Arte Contemporáneo de este año, una obra de Eugenio Merino que valió un comunicado de la Embajada de Israel en España, en el que manifestaban su malestar por un “conjunto de obras que incluyen elementos ofensivos para judíos, israelíes y seguramente para otros.”


Analicemos la obra:” Stairway to Heaven” de Eugenio Merino, como el resto de sus esculturas ,está muy lograda técnicamente. Utiliza silicona, fibra , pelo humano y poliéster; primero esculpe el modelo en barro y luego hacen el molde y el positivo. Consigue un aspecto muy realista. Muy bien.


Su intención es crearnos una sonrisa, es alegre y es irreverente, y eso está bien.


Sin embargo, ¿funciona estéticamente?; una obra que funciona es aquella capaz de crear un sentimiento estético, que va más allá de si el tema es o no es interesante, profundo o simpático, sino que la obra nos resulta atractiva cuando las partes entre ellas se relacionan correctamente para crear una atmósfera que nos atrape.

Lo verdaderamente importante no es lo que siente el autor, sino lo que este hace sentir al receptor de su obra, que debe ser condicionado de manera que su imaginación sea la que construya el mensaje que transmite la obra, sin necesidad de que el autor lo exprese directamente, si es que realmente la obra tiene un solo significado o solo el objetivo de que el receptor imagine. En este sentido, Eugenio Merino declaró que su intención era que la obra fuera concebida como un mensaje positivo sobre la coexistencia de las religiones.

Qué gran fallo.

Me parece antiprofesional que un artista hoy en día no sepa calibrar qué clase de efecto causan sus propias obras, con lo fácil que es saber qué reacción se da en el público cuando tocas un tema polémico como es la religión.

Por otra parte, ¿realmente su intención era hablar POSITIVAMENTE sobre la coexistencia de las religiones? Oh, qué idea tan bonita y tan mal ejecutada. Pues si esa era la verdadera intención ¿Porqué no representó a un judío, un musulmán y un cristiano cogiéndose de la mano, o abrazándose? , ¿Por qué no lo hizo con niños? Sería un buen símbolo de pureza e inocencia, lo que le haría un gran favor si es cierto que esa era la intención de su mensaje.Pero una imagen como esa no tiene mayor interés, es obvio que es mucho más interesante la “escalera hacia el cielo” que construyó Merino.

Su interés erradica en que es una imagen provocadora, cualquiera con un poco de capacidad de análisis es capaz de darse cuenta de esto.

Y la llamo provocadora sin referirme al mensaje que profesa, solo basándome en la primera imagen que percibimos: una columna de tres hombres, uno encima de otro, es extraño; si además están rezando, es aún más misterioso.

Luego nos planteamos qué significa la obra, ¿porqué ese orden entre los personajes?, un artista debe ser consciente de cada uno de los detalles de su obra, de todo lo que fácilmente puede dar a entender, ¿Es ingenuo ?, ¿Es provocador? , ¿Es peligroso? Bueno, también puede existir el arte ingenuo, provocador y peligroso.

Leí hace poco en un blog donde se comentaba esta obra que Eugenio Merino era “un artista sin escrúpulos por intentar hacer propaganda para llamar la atención. Hace uso de lo escandaloso para poder comercializar”.
No estoy en absoluto de acuerdo con estas afirmaciones, y sinceramente, tampoco creo que esté muy claro qué es lo que quiere darnos a entender esta persona. ¿Qué convierte a Eugenio Merino en un artista sin escrúpulos?, ¿Bromear con un tema socialmente tabú como las religiones?, creía que ya habíamos superado esa etapa de la historia del mundo; ¿hace un uso de lo escandaloso para conseguir dinero y darse a conocer?, ¿Acaso es algo negativo?, si el espectador quiere el cuadro de un paisaje y yo le hago un buen paisaje, es lógico que me pague por mi trabajo, pero si lo que el público quiere es de temática morbosa y controvertida, entonces mi trabajo se vuelve deshonesto.

Eso por una parte, y por otra, ¿Qué hay de malo en ser un artista polémico?, creo que las motivaciones de un artista para querer hacer arte polémico son tan válidas como las que pueda tener para hacer arte conceptual. Sólo hay una cosa que debe ser juzgada, si la obra es buena o no lo es. Por favor, dejemos de mencionar la evidencia de que una obra de arte es polémica como si en sí fuera algo negativo.


Desde mi punto de vista lo más reprochable de Eugenio Merino fue su incapacidad para defender su propia obra. Darle un significado inocente la ha estropeado por completo. Primero, el significado no se corresponde con lo que transmite la obra, y segundo, ¿feliz cohesión entre las religiones? ,¿De verdad,( y después de conocer el resto de sus obras),puede alguien creerse que este artista concibió la idea desde un punto de vista tan inmaculado, puro y bello?, ¿Qué su intención siempre fue transmitir ese mensaje rancio y nada convincente?.


Yo creo que no. Tuvo que echarse atrás, tuvo que pedir disculpas y hasta ahí lo entiendo. Pero nunca hubiese traicionado de esa forma su obra si tuviera la elegancia de mantenerse fiel a sus motivaciones reales. Me he tomado la libertad de inventarme una excusa mejor para Eugenio Merino: “he pensado en esta imagen y la he creado, no he querido herir sensibilidades y me disculpo si lo he hecho. Pero lo cierto es que yo no concebí la obra para que fuese así interpretada , hay cosas que no están hechas racionalmente, y no pueden ser explicadas.


“Malo es el que mal piensa”.


Y punto.


T.

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