VamoSaCriticArte

Considerando las numerosas posibilidades con las que podemos contar al escribir una crítica y centrándonos en el ámbito del arte, este blog ha nacido para dar cabida a todo tipo de espectadores.

Desde puntos de vista diferentes y en ocasiones incluso enfrentados pretendemos no sólo despertar el interés sino conseguir que, quien lo lea, albergue un amplio abanico donde poder encontrarse sin sentir que es una misma ideología la que caracteriza todo comentario.

Dejamos, por último, una observación de Octavio Paz sobre la crítica del arte "Nada podemos decir sobre un cuadro, salvo acercarlo al espectador y guiarlo para que repita la prueba".

Pasemos a la acción.

domingo, 14 de marzo de 2010

"Escalera hacia nosotros"

“Uno, cada vez más, sale de ARCO con la sensación de que tampoco pasaría nada si no existiese ARCO. Pasa sin pena ni gloria. Me alegra que empiecen a salir alternativas. JustMAD promete si no cae en los mismos errores de “Búsqueda del absoluto” de ARCO.”

A raíz de este comentario del artículo de David G. Torres “ARCO y la alopecia”(http://salonkritik.net/09-10/2010/02/arco_y_la_alopecia_david_g_tor.php#more) me interesa ya no evaluar la situación de la feria o conjeturar sobre si existen o no posibilidades de cambio. Prefiero dar un rodeo por mis pensamientos, que casualmente me llevan hacia un punto de partida: el concepto original.

Palabras y más palabras hemos escuchado ya sobre los límites que llevan a considerar una obra como original, sobre los ingredientes necesarios que combinados de manera acertada generan el interés del público y de la crítica. No olvidemos tampoco los extensos debates acerca de cómo debería ser el arte de nuestro tiempo, ligado (como no) a determinadas convenciones sociales y siempre “saltándose las normas dentro de ellas”.

Haciendo un repaso por la historia del arte nos encontramos con nombres que han destacado fuera de época, con otros tantos que lo han hecho en el momento adecuado participando de las reglas del juego, que siempre las hay, siempre hay quienes se encargan de ponerlas y darle valor a la moneda apropiada.

Pero yo, observando el panorama, me formulo la siguiente pregunta:

¿Cuál es el original y cual la copia? Comienzo a dudar si alguna vez ha habido diferencia, y, si la ha habido, no recuerdo el momento.

Según Carl Jung “todos nacemos originales y morimos copias”.

Me atrevería a decir que desde el momento en que nacemos nos volvemos juguetes de prueba a los que educan al antojo de unos cuantos.

Nos creemos conscientes de nosotros mismos, dueños de las sensaciones y convicciones que hemos ido forjando en nuestra formación, dueños también de nuestro propio sentir, único e irremplazable. Pero en ocasiones lo genuino escapa de nuestras manos cuando al girar la vista lo que consideramos “el resto” no es más que una reproducción, algo que nos resulta demasiado familiar.

Planteo esta cuestión como excusa para generar una última pregunta ¿Qué fue antes el huevo o la gallina? ¿Es realmente ARCO quien debe cambiar o debemos replantearnos primero cómo volver a apreciar el arte sin caer en una continua repetición de semejantes?


-sara-

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