VamoSaCriticArte

Considerando las numerosas posibilidades con las que podemos contar al escribir una crítica y centrándonos en el ámbito del arte, este blog ha nacido para dar cabida a todo tipo de espectadores.

Desde puntos de vista diferentes y en ocasiones incluso enfrentados pretendemos no sólo despertar el interés sino conseguir que, quien lo lea, albergue un amplio abanico donde poder encontrarse sin sentir que es una misma ideología la que caracteriza todo comentario.

Dejamos, por último, una observación de Octavio Paz sobre la crítica del arte "Nada podemos decir sobre un cuadro, salvo acercarlo al espectador y guiarlo para que repita la prueba".

Pasemos a la acción.

domingo, 11 de abril de 2010

Excéntricos: Kelly Haigh.

Yo no creo que el ser artista y el ser un excéntrico tenga que ir necesariamente cogidos de la mano. Sin embargo, hay que reconocer que la gente excéntrica es necesaria e interesante, aunque no te gusten, aunque molesten , están ahí ofreciéndote un punto de vista diferente de la vida o entreteniéndote , algo elemental para cualquier persona.
Kelly Haigh es artista y excéntrica. Sus pinturas sobre lona o madera representan escenas cuyo encanto proviene de uma mezcla entre lo dulce y lo crudo, lo ingenuo y lo perturbador. Cuadros oníricos e infantiles donde aparecen personajes dulces con piel de porcelana, mejillas sonrosadas y ojos exuberantes junto a animalillos mutilados, ahorcados o deformes. La sangre y las situaciones extrañas se repiten en sus obras como una firma, y todo esto enmarcado en paisajes de ilustración infantil, con cielos encapotados por nubes grises que salen de chimeneas que a ratos recuerdan a las de una fábrica, a ratos las de una casita de piruleta.

Un arte que recuerda a Mark Ryden y Ray Caesar, encuadrados en el pop surrealista o Lowbrow Art, (movimiento artístico que surgió en Los Ángeles, sobre la década de los 70; de carácter surrealista, bebe de la cultura populista, el punk, el cómic y la cultura underground. Se caracteriza por hacer uso de la ironía y un sentido del humor entre lo alegre y lo turbio).


Parte de la seducción de las obras de Kelly Haigh se debe a lo que intuimos como parte de su realidad personal en sus cuadros: ese amor desenfrenado, casi enfermizo, que demuestra hacia los animales hace que resulte todavía más perturbador el que casi siempre aparezcan muertos, la obsesión con las niñas vestidas de novia o niñas embarazadas que aparecen solas y abandonadas en la carretera…y ese parecido físico de algunos de los personajes con la autora, hacen que nos planteemos los pensamientos que concibieron el cuadro.


Pero el personaje de Kelly Haigh no se queda en una simple pintora.
Kelly Haigh ha transformado su entorno a gusto con esa imagen de dulce y perturbada niña que habla y besa a su perro como a un hijo a un amante mientras se dedica a llenar su casa de animalillos disecados, como ardillas, gatos y perros que adorna con enormes lazos. Hace fotografías tan enigmáticas y desalentadoras como sus cuadros en las que aparecen muñecas de los años cincuenta, en malas condiciones, sucias y medio rotas, de pie solas en una calle desierta o tumbadas en las vías del tren. Su casa, cuyas imágenes cuelga alegremente en internet, es un espacio sobresaturado a medio camino entre tienda de recuerdos de Disneylandia y museo de los horrores, una loca coleccionista del kistch. Mejor resumirlo todo en una imagen , porque me faltan palabras para describirlo:


Esta imagen que da de sí misma ha conseguido atraer la atención de bastantes visitantes a su myspace y por tanto a sus obras. No sé si es parte de un elaborado plan de marketing viral o si realmente ella es una persona tan…especial, pero en todo caso funciona. Puede que guste o no, lo que Kelly Haigh hace con su vida “privada”, pero es tan morboso, que uno no puede dejar de reparar en ella.
Al margen de si es todo una mentira, una forma de atraer la atención o si ella es así, hay que reconocer que no es nada fácil ser tan joven y ya tener una obra tan prolífica, producir cuadros, hacer fotos , coleccionismo, mantener una casa como un museo, inventarse una lunática autobiografía y cantar en un grupo,(sí, además tiene un grupo).Es decir, Kelly Haigh muestra la tenacidad que cualquier artista debería tener, y un insaciable y extraño mundo interior.
Además es estilista y peluquera. Me gustaría saber qué hacen sus manos en la cabeza de otra persona.


T.

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